Te lo hubiera dado todo...

Te lo hubiera dado todo, si hubiera podido…

Te hubiera dado mil estrellas en un universo infinito,
una primavera perpetua en un jardín florecido,
la luna envuelta en un latido para hacer el cielo más bonito,
y la huella de mis manos en tu cuerpo enardecido

Te hubiera dado mil versos en un susurro hecho grito,
una canción de victoria cuando estuvieras vencido,
todo mi tiempo en historias narradas por el alma en bajito,
y un mar de risas hiladas en un amor descosido

Todo te lo hubiera dado, si tú me hubieras querido…

kaos

 

Amalgama de ideas, pensamientos convulsos…
Corazón que palpita arrítmico marcando compases,
apuestas en clave de sol perdidas jugando con ases.
Notas discordantes en pentagramas insulsos…

Puntos finales convertidos en puntos suspensivos…
Capítulos terminados en puntos finales ficticios que no significan fin,
adornando afirmaciones intangibles con la risa hilarante de un delfín.
Interrogantes sin respuesta exclamando sorpresivos…

Lugares sombríos, grises degradados, pasión encarnizada…
Locura que se escapa y corre desnuda,
palabra que se desviste y se queda muda.
Abismos abisales, túneles sin salida, conciencia amordazada…

Paseos vacilantes al ocaso enardecidos entre luces y sombras…
Abrazos inesperados que te calan en los huesos,
pistolas disparadas a la sien que esparcen sesos.
Moradas que se engalanan impolutas con basura bajo las alfombras…

Historias imposibles que se repiten a sí mismas…
Balsa de cáñamo a la deriva remando contra corriente,
brújula mal imantada marcando un destino existente.
Alma encadenada que se ahoga en las marismas…

Energía desordenada fluyendo inabarcable por todos lados…
Cristales de cuarzo que crecen en planetas alejados,
sueños ancestrales en pasado pataleando enojados.
Sinsentidos ordenados que quebrantan la cordura en este caos…

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Dime amor como te olvido...

Dime amor como te olvido…

Si mi alma delira encerrada en esta carne

y huidos de esta cárcel escapan los suspiros

que convierten anhelos en aire,

transformando el aire en remolinos…

Dime amor como te olvido…
Si el tiempo incesante pasa lento en tu ausencia
y son los segundos cavilantes negros jueces
dispuestos para firmar la vil sentencia
que encierre tu recuerdo en la mazmorra de mi esencia…

Dime amor como te olvido…

Si mi piel lleva la huella de tus manos

y mis manos están vacías sin el tacto de tu espalda

si mis entrañas están llenas de gusanos

sin la magia de tu mano por debajo de mi falda…

Dime amor como te olvido...

si tengo los ojos ardiendo en llamas encendidos

y la hoguera de mi corazón henchido de ti no se apaga,

si refleja mi pupila un enjambre de universos perdidos

y  es el recuerdo de tu voz quien me hiere con su daga…

Dime amor como te olvido…

si vibra esta energía inexplicable y nos conecta

y fluyen mis sentidos solamente en tu presencia,

si tu nombre me estremece y vuelo como una cometa,

si aún no ha terminado en mi reino tu regencia…

Dime amor como te olvido…

si la negra noche arrulla sueños imposibles

y caminas por oniría sujetando mi mano temblorosa,

si prendemos las estrellas de imperdibles

y un cosmos de palabras ausentes pinta la luna de rosa…

Dime amor como te olvido…

si todos mis versos te cuentan silenciosos

y corres por mis venas como el agua de un arroyo,

si solo encuentro reposo en tus labios pretenciosos

y olvidarte supondría enterrar mi alma en un hoyo…

Dime, entonces amor, como te olvido…

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Son lejanas letanías

Son lejanas letanías
las que la lluvia fría derrama en mi ventana.
Lejanos son los recuerdos de noches ya olvidadas,
de días llenos de anhelos, de horas llenas de esperanza


Trae el viento de levante
el olor a almendras dulces, el olor a carne tibia,
y al aferrar el calor de tu espalda
se escapa como humo entre mis puños vacíos.


Son lejanas melodías
Las que turban mi inconsciente desquitado.
Lejanos los sonidos de tu risa
lejanas las caricias de tus manos.


Traen las olas del mediterráneo
restos del naufragio de mi vida perdida,
maderos ungidos con barniz de sándalo,
agua salada con sabor a algas marinas.


Paseo por un desfiladero estrecho con los ojos cerrados.
Una cuerda suspendida en la nada me sostiene
Solo el silencio me acompaña
y tu voz ya no responde a mis lamentos.


Hace mucho que te fuiste…,
aunque es ahora cuando te marchas,
Llevándote en tu partida los días de sol y las noches estrelladas,
dejándome tan solo un otoño perpetuo de hojas secas derramadas.

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