domingo, 20 de septiembre de 2015

microrrelato: Tú eras la pluma


El papel blanco que dejaste sobre la mesa al partir era nuestra historia.

Tú eras la pluma. Yo la tinta con la que escribías los versos que nos contaban.

Un día, simplemente, dejaste de escribir.

No hubo principio ni fin. Solamente nosotros. Eternos, incombustibles, escritos con letras invisibles.
 
Nosotros…un imposible.

 

jueves, 17 de septiembre de 2015

Oscuridad


Cierro los ojos…. Oscuridad.

La oscuridad no tiene imágenes. No tiene visiones. No tiene objetos, ni paisajes, ni rostros…, no tiene nada que distraiga la atención de uno mismo.

La oscuridad es profunda, pura, limpia, no la quebranta la mentira de los sentidos.

No necesita de metáforas, tampoco de anacronismos. Se sustenta a sí misma sin necesidad de palabras.

Se inunda de silencio, de vacío, de gozo, es el infinito que anida en cada uno de nosotros.

No tiene principio, ni fin...carece de límites, desprecia fronteras.

No necesita de ojos que la miren, ni de miradas que la vean.

En la oscuridad confluye el arcoíris, la luz es la mezcla de todos los colores.

La oscuridad es la esencia del alma y la luz el destello que la manifiesta...

Por eso cuando busco el infinito…, cierro los ojos.
 
Textos propiedad exclusiva del autor. Todos los derechos reservados
 

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Bucles


Espirales de insomnio, tubos de olvido con suspiros que tienen nombre, de luces a contraluz…Bucles.

Fotos en negativo, errores elegidos, aciertos errados, pensamientos que giran tratando de ordenar el caos…bucles. 

Vorágine de sinsentidos, palabras sin letras, sentimientos coartados, agujas clavadas en las plantas de los pies, dolor convertido en retazos de bosques sombríos…Bucles.

Reflejos en un espejo roto en mil pedazos. Imágenes que conforman un yo distorsionado. Cuentos sin principio ni final. Giros ininterrumpidos, nichos de luciérnagas que ciegan con su luz, de caminos que convergen y que no llevan a ningún destino. Bucles…

 
Todos los derechos reservados. Los textos son propiedad exclusiva del autor

 

Ser cómo el agua que fluye


Quiero ser cómo el agua que fluye.

No quiero ser estanque, ni aunque sea de aguas claras, pues el fondo siempre tiene fango escondido.

No quiero nenúfares que adornen mi imagen. No quiero flores perfectas, blancas e impertérritas que acaricien mi cara.

No quiero orillas tranquilas. Ser espejo de árboles y animalillos que en mí sacien su sed.

No quiero noches escuchando los grillos, aunque su canción sea bella, ya conozco su ritmo.

No quiero envidiar a las libélulas. No quiero ver cómo giran. No quiero sentir sus huellas. No quiero bailar con ellas…

No quiero ser agua estancada. No quiero ver cómo la vida me rodea, cómo pasa en torno a mí sin tocarme. No quiero ser espectador apacible.

Quiero ser cómo el agua que fluye.

Quiero ser clara, límpida, correr libre, a veces por fondos de arena, otros entre piedras.

Quiero ser imparable, inabarcable, impredecible. Salirme del camino para volver a entrar en él.

Salpicar, sentir que toco con mi esencia la vida que me rodea.

Quiero correr tras los pájaros que sé que nunca alcanzaré y deleitarme en las caricias de sus plumas cuando se bañen en mis aguas.

Quiero ser fría a veces, otras cálida. Que el invierno me coja desnuda y me congele. Que la primavera me altere.

Que mi arrullo suene a risa.

No quiero encontrar un arroyo seco al despertar por la mañana. Quiero ser agua dulce, para acabar siendo agua salada.

Quiero ser cómo el agua que fluye.
 
Todos los derechos reservados. Los textos son propiedad exclusiva del autor
 

lunes, 14 de septiembre de 2015

Rabia


Ya viene…la notas llegar…quieres detenerla…- ¡Para! - le gritas - ¡Detente!...
Ella no escucha, el fuego que la mueve cuán lava de un volcán la lleva imprudente, loca, sin dirección, colérica, satánica, enervada, cómo una diosa de risa hilarante que sabe a ciencia cierta que te hará sucumbir…
Es fuerte, es magnánima, poderosa…Notas cómo se bebe tu aire. No respiras y sin embargo no te asfixias.
Te encantaría que se fuera... Que te dejará tranquila. Deleitándote en la apacibilidad de las lágrimas que recomponen y sanan. Pero éstas no brotan…quieren rodar por tus mejillas, pero no consiguen escapar a su prisión. Ella las detiene. Es demasiado orgullosa como para permitir que el llanto apague su cólera.
En su lugar hay fuego…llamas que queman en tus ojos, truenos que estallan en tu mente, rayos que fulminan todo lo que encuentran a su paso dejando tan sólo un bosque devastado, un cuerpo sumido en las sombras, un alma reducida a cenizas…
Sólo tú sabes lo que pasa por dentro.

Todos te miran. Nadie te ve.

 
Todos los derechos reservados. Los textos son propiedad exclusiva del autor
 

Sueños y anhelos


-          Soñar es gratis - dijo ella despreocupada sonriendo.

-          Esa afirmación es de ilusos - dijo él - precisamente los sueños tienen un alto precio.

Los sueños pueden dar sentido a la vida, son el motor que nos impulsa a seguir adelante cuando nos sentimos pequeños. Pero cuidado…también son la mayor fuente de frustración cuando no los conseguimos. -

-          Sí…, pero cuando los sueños se cumplen es maravilloso…- añadió ella

-          ¡ Otra afirmación simplista!..., ¿De verdad lo crees? Los sueños cumplidos, a veces son peor que los que no se cumplen.

Cuando cumplimos un sueño la mayoría de las veces no es cómo habíamos soñado. Otras nos damos cuenta de que tampoco era para tanto… Incluso a veces nos queda un sabor agridulce que nos hace desear volver atrás, al momento justo en el que estábamos a punto de conseguirlo…

En ocasiones, la consecución de un sueño va aparejada a la sensación de vacío que deja haberse quedado sin sueños…y otras, conseguir un sueño para volver a perderlo provoca una herida imposible de cerrar…-

-          Sí, pero siempre puedes tener un nuevo sueño… Si no consigues lo que has soñado, puedes rebajar tus aspiraciones o centrar tus sueños en otras cosas… y si lo has conseguido, simplemente te planteas nuevos objetivos y vuelves a soñar…-

-          El problema es que los sueños no se controlan. Si tienes un sueño que amas, un sueño que surge de lo más profundo de tu ser, nunca podrás darle la espalda…Siempre estará ahí, esperando para reaparecer, aun cuando tú hayas decidido olvidarlo…

-          Entonces…¿Es mejor no soñar? - dijo ella confusa

-          Nunca - dijo él mirándola a los ojos - Hay que soñar siempre. Aunque los sueños duelan. Sin sueños la vida sería demasiado triste, demasiado apacible, demasiado real…Soñar es la única manera de volar sin alas.

Todos los derechos reservados. Los textos son propiedad exclusiva del autor
 

 

miércoles, 9 de septiembre de 2015

Microrelato: Amantes


Y fueron todo sin ser nada. Fueron cielo, fueron mar, fueron viento…universo.
El navegó en su mirada y ella sintió que le despeinaba el alma. Y por un instante fueron eternos.
Hubo miradas cómplices, abrazos que llenan vacíos, "te quiero" ahogados en copas de licor. Se miraron de lejos con los ojos en llamas, anhelando vivir un amor prohibido.
No pudieron resistir la tentación y mordieron la manzana. Y al cumplir el sueño, se esfumó la magia.
Ella se subió a su cintura y no pudo calmar el fuego que la devoraba las entrañas. El sintió que sus caricias eran de hielo y los besos le sabían a ceniza.
Quedaron encuentros desencontrados, silencios incómodos y palabras ásperas…y aun así ella quedó atrapada en su huella, sintiendo que casi había podido rozarle.
El nunca entendió que cada vez que se desnudaba lo que le entregaba no era su cuerpo, sino su alma. Al fin y al cabo, para él sólo fue algo que hacer cuando no tenía que hacer nada…simplemente metió su recuerdo en la caja de historias corrientes y cerró la puerta de un portazo.
El golpe al salir descolgó estrellas, arrasó sueños y dejo trozos esparcidos en el suelo. Ella recogió los pedazos, uno a uno, y los guardó cerrados con llave en el cajón más profundo de su alcoba.
Se adentró en el mar. Notó cómo la sal le escocía en las heridas y lloró lágrimas invisibles a los ojos, lágrimas de las que llueven por dentro.
Luego levantó la cabeza, recompuso su sonrisa frente al espejo, pintó sus labios del carmín más brillante que encontró y siguió adelante. Pronto el brillo se extendió a sus ojos. Dejó atrás las sombras y volvió a la luz. Cogió su vida por las riendas y fue feliz.
El tiempo calmó la marea, pero a veces, ésta arrastra un poco de arena. Viene a su memoria aquel día en que sin ser nada fueron todo y una sonrisa fluye en sus labios.
 
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