Llevo unos días pensando acerca
de la obsolescencia programada.
Este término engloba a productos
cómo una bombilla o una lavadora. Son productos que nos hacen la vida más fácil
y que fabrican con fecha de caducidad.
Todos sabemos que la vida útil de
nuestra lavadora es de 10 años aproximadamente y asumimos que una vez
transcurrido ese tiempo tendremos que comprar otra lavadora. Pero raramente nos
paramos a pensar que todos esos productos son fabricados a propósito para que
se estropeen transcurrido un tiempo.
Poseemos la tecnología suficiente
para fabricar productos perdurables de manera infinita y sin embargo los
fabricamos para que se rompan.
Los fabricantes postulan con
bastante lógica, qué si nuestra lavadora no se rompiera nunca, las fábricas de electrodomésticos
se irían a la quiebra porque llegaría un momento en que todos habríamos adquirido
ya una lavadora.
Sin embargo, estoy segura de que
muchas de las personas que ya tienen una lavadora, llevados por el consumismo,
querrían cambiarla por una más moderna, más silenciosa y con más prestaciones aunque
su lavadora fuera eternamente perdurable.
La pregunta es: ¿realmente
supondría un problema tan grande para la industria que se eliminará la obsolescencia
programada? Es difícil determinar lo que pasaría si rompiéramos la cadena
comprar – tirar – comprar…
Desde luego, tal vez la industria
se vería un poco perjudicada, pero nuestro planeta nos lo agradecería: Todos
esos tirar, tirar, tirar, tirar producen una cantidad de residuos inabarcables.
Estos residuos en la mayoría de los casos son desechados por la puerta trasera
del primer mundo y acaban en los países pobres. Al final, nuestra basura
contamina sus ríos y su agua potable que es lo poco que tienen para vivir… No
me parece muy justo…
Pero bueno, el motivo de este post
no es dar mi opinión sobre si que los residuos que generamos de manera
irresponsable acaben contaminando los recursos de los que tienen menos es justo
o no…
La reflexión sobre la
obsolescencia programada me ha llevado a pensar en este término aplicado a los
seres humanos.
La ciencia y la tecnología cada
vez avanzan más. Llegará un momento en que sea capaz de curar el cuerpo ante
cualquier enfermedad y hacerlo perdurable infinitamente. La pregunta es: ¿cuál
será el siguiente paso?
Si la medicina avanza al punto de
duplicar o triplicar nuestra esperanza de vida, o incluso consigue hallar la
fórmula de la inmortalidad…¿Qué pasará después?
Los recursos son limitados, los
naturales, energéticos y el espacio del que disponemos. Si aplicando los
avances conseguimos ser perdurables y seguimos procreando y generando vida
llegaría un momento en que la masificación haría invivible nuestro planeta y
sería imposible que los recursos de que disponemos llegarán para todos.
Aun cuando invariantemente sepa
que estos progresos sólo se aplicarían a un porcentaje de la población,
digamos, los países ricos, esto supondría una debacle…entonces…¿Tendríamos que
incluir en nuestro cuerpo un mecanismo que nos dotará de obsolescencia
programada? Es decir, ¿Deberíamos marcar una fecha de caducidad a la vida que
limitará nuestra existencia aun teniendo los medios para ser infinitamente
perdurables?
Por momentos me da la impresión
de que lo estamos haciendo al revés. Generamos residuos innecesarios en post de
nuestra economía y en contra de nuestro medio ambiente y a la vez aspiramos a
ser infinitamente perdurables sin pararnos a pensar en los problemas que eso
ocasionaría…
¿Dónde está el límite? Quien sabe…yo, desde luego, no.
Tal vez
sería responsable empezar a pensar cómo repercutirán en el planeta todos
nuestros avances… o empezar a plantearse incluir la obsolescencia programada
dentro de nuestra especie de alguna manera…
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