jueves, 22 de abril de 2021

Microrrelato: Todo un profesional

 Entró luciendo una sonrisa, la cola interminable de más de tres horas bajo aquel sol de justicia no había conseguido borrársela.

- Profesión? - Preguntó la funcionaria tras el escritorio.

- Soñador - Contestó el hombre.

- Le interesaría un trabajo de probador de colchones?

- Por dios, eso es para los novatos, yo soy todo un profesional! - Protestó escandalizado.

- Ya veo..., de los que sueñan despiertos, eh?

Lo vio marcharse ligero, dando saltitos. Seguía sonriendo. 


- No me lo explico, cada vez son más...- Dijo meneando la cabeza disgustada.

Guardó el formulario en la carpeta roja, la de los casos perdidos.

Microrrelato: El bosque encantado

 


Me adentré en el bosque. El amanecer me perseguía. Corrí entre los árboles de colores donde anidaban metáforas esquivas. Llovían versos con olor a petricor. 

Como animalillos asustados los poemas rehuían mi presencia y yo me afanaba en perseguir sonetos en el viento. Corrí entre hojarascas de letras inertes. La luz se abría paso. Ya casi estaba, solo necesitaba un minuto más para alcanzar las musas… 

El sol me despertó.

domingo, 21 de febrero de 2021

¡Ya a la venta mi primera novela, "LOVE SURFTRIP: HISTORIA DE UN AMOR IMPERFECTO"!

 


Ya puedes comprar mi novela "Love surftrip. Historia de un amor imperfecto", una novela escrita con sentido del humor y altas dosis de erotismo con la intención de hacerte pasar un buen rato y que puedas olvidarte de la rutina. 

Finalista del concurso de novela romántica Milpalabras&+woman de la cadena de televisión cuatro y publicada por Lantia publishing y Mediaset dentro de la colección Mil amores, Love surftrip es una invitación al carpe diem: te invita a soñar, a abandonar tus miedos y hacer aquello que deseas sin importar el resultado, porque a veces, la única manera de que la vida te sorprenda es rendirte al caos.

Es la historia de Sofía y Jonathan, contada en primera persona por ella y con un narrador objetivo a su vez, lo que hace que tomemos perspectiva y nos metamos de lleno en la historia desde todos los puntos de vista.

Esta narrada de forma ágil, con un lenguaje coloquial y estructurada en capítulos cortos lo que facilita la lectura y la hace completamente adictiva.

Nos encontraremos con una Sofía desilusionada, que después de quemar una etapa de su vida debe afrontar el vacío y reorganizarse.

Sofía nos desvelará su mundo interior, a través de las conversaciones con su cabeza nos hará partícipes de sus inseguridades y sus miedos. Porque todos tenemos a veces pensamientos que nos boicotean y nos impiden disfrutar los momentos tal y como nos gustaría.

Conoceremos su visión del amor, del desamor, del sexo, nos mostrará sus anhelos, sus deseos y sus secretos, y nos reiremos con su humor ácido y sus meteduras de pata.

En este mundo tan particular conoceremos a sus amigos y a su hermana, personajes variados y humanos como ella misma. Con ellos nos adentraremos de forma transversal en la diversidad y tocaremos temas como el aborto y el matrimonio homosexual, siempre desde el respeto y ensalzando la capacidad de cada personaje para decidir sobre su vida.

También podremos romper estereotipos: ser madre no es ningún impedimento para vivir al límite, hacer lo que te gusta y dejarte llevar por cierta dosis de locura. ¿Quién dijo que la vida amorosa y sexual terminaba a los treinta y cinco? ¡Nunca es tarde para cambiar de rumbo y probar nuevas experiencias!

Jonathan, nuestro "chico guapo", nos enamorará con su locura, con su forma apasionada y desordenada de vivir y con unos cuantos trucos de playboy que sin duda nos harán sonreír. Veremos su mundo interior, lo que se esconde detrás de esa aparente seguridad, podremos rasgar su coraza y nos mostrará una manera diferente de ver las relaciones.

Love surftrip huye de relaciones tóxicas y convencionales. Porque no necesariamente lo socialmente establecido debe regir en nuestras relaciones. El amor y el sexo es un pacto entre dos, y en esta historia ambas cosas se cuentan exentas de prejuicios.

Nuestros personajes tendrán que afrontar sus miedos y poner a prueba sus límites para encontrar quiénes son y entender que es lo qué desean en un viaje que les sacará de su "zona de confort".

Esta es la historia de un amor imperfecto, pues Sofía y Jonathan son completamente opuestos, pero a la vez descubriremos que a veces las diferencias entre las personas pueden ser enriquecedoras. Entre ellos se alzan infinidad de barreras, pero a pesar de las complicaciones se quieren "bonito", porque el amor no tiene porque ser complicado y enrevesado, ni tiene por qué hacer daño. A veces es justo donde menos lo esperamos donde aparece la magia.

El viaje que emprenderán nuestros personajes es una metáfora de la vida y si sabes leer entre líneas descubrirás en esta novela mucho más que una simple historia de amor. Sofía y Jonathan están dispuestos a mostrarte su universo y su lado más humano e imperfecto.

¿Te animas a zambullirte en esta aventura refrescante, excitante y adictiva?

Los lectores, han dicho de Love surftrip...

"Una historia ágil, divertida y con ritmo, con personajes que podemos ser cualquiera y una historia que te hará sonreír"

"Imposible parar de leer: completamente adictiva"

"Engancha desde el principio. Me encanta el tono y la forma de escribir con un lenguaje llano y sin perderse en tramas secundarias adicionales o de relleno. Es cortita y se lee fácil. He disfrutado con su lectura"

"Personajes que enamoran. Bien definidos y con capacidad de hacerte sentir"

"Me ha encantado que la historia no se pierda solo en la relación y en la parte erótica y que haya una parte divertida y de aventura"

"Gratamente sorprendida, no me esperaba que me gustara tanto. Me ha trasladado a otra época de mi vida donde vivía las relaciones con una ilusión y frescura que ya no encuentro. La he devorado en un fin de semana. Muy bien escrita, me declaro seguidora"

"Aparte de la historia de amor y del erotismo excepcionalmente tratado, me quedo con las pequeñas enseñanzas o lecciones de vida que se pueden desprender de cada capítulo. Ha cambiado mi visión de la novela romántica"

¿Aún no te has convencido? ¿a qué esperas para leerla? ¡No dejes que te la cuenten!

(Disponible en papel y en e-book. puedes encontrarla en Amazon, casa del libro, kobo de Fnac, el corte inglés, grandes plataformas, y en tu librería habitual).

¡Cómprala ahora pinchando en el siguiente enlace: https://libros.cc/Love-surftrip-Historia-de-un-amor-imperfecto.htm





martes, 23 de junio de 2020

Una historia para pensar: El coacher


Lorenzo trabajaba en su jardín como cada día cuando su vecino Sebastián se aproximó a la verja que separaba sus casas.
- ¡Buenos días, vecino! – Saludó Sebastián de buen humor - ¿En que estas trabajando? – preguntó al ver a Lorenzo afanado con uno de los árboles de la parcela.
- Estoy tratando de hacer un injerto para hacer estás nectarinas más dulces – contestó él sin dejar de trabajar.


Sebastián le miró con superioridad y comenzó a indicarle a Lorenzo como debía hacer el injerto – si le haces un injerto de ciruela en vez de melocotón como estás haciendo la fruta saldrá más dulce – le explicó.


Lorenzo le miraba asombrado, pues Sebastián explicaba con precisión de manual como debía hacer la hendidura, la profundidad y cómo injertar el frutal.
- ¿Quieres intentarlo? – le preguntó al ver que el hombre parecía conocer el tema a la perfección.


En los últimos meses Sebastián se había reinventado. Había perdido su trabajo como contable y  ahora era coach horticultor. No le iba nada mal. Había cambiado su Ford de toda la vida por un mercedes y se pasaba las mañanas en el porche conectado al ordenador asesorando a los demás sobre el arte de cultivar flores, árboles y hortalizas.


Sebastián miró el cuchillo y la yema de la quima que le tendía Lorenzo y luego miró el árbol. Trató de hacer el corte en una rama del nectarino y después de intentarlo sin éxito durante un largo rato le tendió nuevamente el cuchillo a su vecino. Con el pretexto de que iba a llegar tarde a un congreso donde estaba invitado como ponente y que no tenía las herramientas adecuadas para terminar la tarea se marchó con presteza.


Lorenzo le vio salir trajeado con su portátil bajo el brazo. Siguió trabajando hasta que consiguió injertar el árbol tal y cómo quería.


Todas las tardes trabajaba en su jardín. El vergel lucía espléndido. No había flores más bonitas en todo el pueblo.


Mientras, Sebastián trabajaba con el ordenador sentado en el porche. Era habitual ver a las vecinas del barrio visitarlo para pedirle consejo acerca de cómo hacer que sus rosas lucieran más grandes o sus claveles más olorosos


- ¡Es una eminencia! – Decía su mujer haciéndose eco de los comentarios que escuchaba en la pequeña localidad – ¡Hasta ha escrito varios libros sobre el tema! – decía.


Lorenzo miraba de reojo las dos macetas que reposaban en la repisa de la cocina de su vecino y se encogía de hombros. Luego, seguía trabajando en su jardín y el pequeño huerto que cultivaba con cariño y que les procuraba gran parte de las verduras que consumían durante el año.


Sebastián transitaba de un congreso a otro. Había fundado una academia de horticultura y su segundo libro había sido best - seller en la plataforma de libros en línea más importante a nivel mundial. - Me dedico a lo que me apasiona – decía Sebastián en una entrevista en el periódico local ese domingo – No hay nada más reconfortante que cultivar y dar rienda suelta a la creatividad. Cuando uno planta con amor, el fruto siempre recompensa – había dicho.


Lorenzo leía las declaraciones con los ojos muy abiertos y riendo entre dientes, entre incrédulo y socarrón: - ¡El mundo se ha vuelto loco! – se decía meneando la cabeza.


Por fin floreció el nectarino y después de las flores vinieron los frutos. Estando ya maduras, Lorenzo recogió sus primeras nectarinas de aquel año. Estaba emocionado por probar el fruto de su injerto. ¿Lo habría conseguido? – se preguntaba.


Mordió la fruta y paladeo su sabor en la boca. No estaba mal, pero aún no era todo lo dulce que había soñado. Debería volver a injertarlo al comienzo de la primavera siguiente.


- ¿Por qué no le pides consejo a Sebastián? – preguntó su mujer a Lorenzo al contarle éste su decepción con el experimento.


Lorenzo volvió a mirar las macetas de su vecino. Estaban completamente mustias. No había en el barrio dos macetas más pobres y tristes que aquellas y harto de la ceguera de su esposa le contestó: - Consejo, dices… ¿Tú has visto su jardín? – preguntó.


La mujer se quedó mirando perpleja la parcela de al lado - ¿Que jardín? – Preguntó confusa – ¡Sebastián no tiene jardín! ¡Lo asfaltó hace años porque no conseguía mantenerlo bonito y sin malas hierbas! – contestó enfadada ante la pregunta del marido.


- ¡Pues ahí tienes tu respuesta! – dijo Lorenzo.


La mujer se encogió de hombros sin comprender nada – Sebastián es una eminencia – seguía diciendo ella cada vez que tenía ocasión. Lorenzo solo sonreía y callaba. Él seguía trabajando en su jardín.

viernes, 19 de junio de 2020

La muerte




Alondras negras sobrevuelan mi balcón
y el tiempo sigiloso se detiene
es mi cuerpo parte ahora del colchón
y mi esencia un montón de carne inerte
Así es la muerte…

Poesía Social: Frontera


Conforman una masa informe los cuerpos grises del enjambre
suenan las alarmas de las rejas formando melodías de trompetas
púas metálicas sostienen ropas, sangre y carne en el alambre
narran apocalipsis mundanas de alas negras los profetas…

Los hombres se consumen en huesos llorando por el hambre
esperan ocultos en las sombras las señales de cometas
han dejado sus hogares buscando el polen del estambre
piensan encontrar al otro lado mujeres de tez blanca y grandes tetas.

Ahora ven sus sueños rotos tumbados contra el alumbre
un coro de buenos cristianos les obsequian sus saetas
está su fe adornada por una reja cubierta de herrumbre
mirando tras el cristal de la ventana inmóviles como ascetas.

Ellos visten trajes grises mientras coronan la cumbre
están llenas de citas importantes sus libretas
No piensan invitar a vástagos a cobijarse junto a su lumbre
y entregan sus limosnas sin quitarse sus caretas.



Microrrelato: La mujer que aprendió a volar



Después de mucho tiempo lo había conseguido. Se había afanado durante años, desde que era tan solo una chiquilla. Mientras movía los brazos al ritmo de la escoba cosía plumas hechas de poesía a sus alas incipientes aligerando su peso con versos. Ella era una mujer corriente, y como todas las mujeres podía volar. ¡Solo necesitaba perder el miedo! Le había costado cuarenta años aprenderlo.